Ya sé que ya no estas. Ya sé que estas muerta. Eres el recuerdo más lejano y al mismo tiempo más fresco que tengo. Ya no estas en mi rutina. El estrés y el acelere de esta vida me ha llevado a tener una rutina diferente. Ya no vivo donde vivíamos, ya no paseo a los perros. No frecuento los lugares a los que íbamos porque todo cambio de golpe, cambio desde que te enfermaste. Sin embargo, la vida no me sabe. La vida no me apasiona, esta vida no me gusta. No me gusta el rumbo que tomo, no me gusta estar condicionada... pero no tengo ni idea de como redireccionarla. Ni idea ni energia.... peor aún, ni los recursos para hacerlo. Hay días más fáciles de llevar, días que si te pienso no te lloro o no me dueles tanto, pero hay otros, como hoy que me dueles demasiado. Extraño tenerte. Salir a caminar contigo. Extraño verte y escucharte. Te necesito.