Hace un año te caíste y re feacturaste la cadera.
Recuerdo la llamada de mi tía, su voz, su oído, mi negación... mi eterna negación.
Recuerdo llegar a la casa y verte tirada. Todavía pensar que estabas bien y querer imaginármelo.
Recuerdo verte y preguntarte muchas cosas para saber como estabas y que te enojaras conmigo.
También recuerdo el fin de semana anterior y como después de comer comenzabas a hacer muchas flemas, Recuerdo estarte agarrando la mano y deseando que ya te sintieras bien y que seguramente te sentías mal pero me decías que ya te sentías bien para tenerme tranquila.
Recuerdo haberte dejado sola una noche por haberme quedado con adán y mientras tu te sentias muy mal. Me siento mal por no haberte abrazado esa noche y que el cáncer y el miedo te invadieran. Mamá, perdón.
Recuerdo llegar al hospital y ya no querer quedarme ahí. Ya no podía con todo esto.
Ya no podía con tantas malas noticias.
Recuerdo un viernes antes ir caminando a la escandon por tus tortillas, Recuerdo lo mal que te sentías ya. El cambio radical de esa semana que tuviste muy buena en la que todos pensábamos que te ibas a curar a esta semana en donde ya todo te caía mal. Recuerdo verte parada en esa esquina prácticamente te quedabas dormida del cansancio. Ya no tenias fuerzas e intentabas sostenerte y negar lo que te pasaba.
Te caíste. El cáncer te había invadido completa. Tu cuerpo ya no era fuerte. Te estaba ganando.
Hace un año tuvimos nuestra última plática por teléfono. Larga...
Te extraño tanto.
Comentarios
Publicar un comentario